fuente: el comentariofotos: archivoComo parte de las actividades del II Congreso de Producción Bovina, Ovina y Caprina que organizó la Universidad de Colima en el campus Tecomán, se realizó la videoconferencia “Minerales relevantes en la nutrición de rumiantes”, a cargo de Maximino Huerta Bravo, académico del Departamento de Zootecnia de la Universidad Autónoma Chapingo.
En entrevista, Huerta Bravo dijo que los minerales son los nutrientes que el animal requiere en cantidades pequeñas, pero que son de gran importancia para su desarrollo; “pueden afectar todas las funciones, como la producción de leche, reproducción, inmunidad e incluso provocar la muerte; en general, pensamos en energía y proteína como forma de alimentar al ganado, y en ocasiones los minerales no se toman en cuenta porque son administrados en cantidades pequeñas”, expuso. También explicó que la falta de minerales en los rumiantes puede provocar distintos efectos, dependiendo del tipo de nutriente ausente; en el caso de la costa del Pacífico, entre los más problemáticos son el fósforo, cuya falta ocasiona problemas en las patas, en huesos en general, y que haya menos porcentaje de partos, menos peso y producción de leche. En ese sentido, mencionó que una solución podría ser el manejo adecuado de los potreros, las praderas y agostaderos para que el forraje sea de mejor concentración en este elemento; “otra opción, en algunos casos, consiste en suplementar al ganado con fósforo y evaluar la manifestación, magnitud del problema y cómo podemos resolverlo de la manera rentable para el productor”, enunció. Huerta Bravo agregó que hay evidencia de que los suelos de la costa sur de Jalisco cuentan con alta cantidad de hierro, lo que podría ser también Colima: “Esto es bueno para la economía en general; sin embargo, en el caso particular del ganado, un alto nivel de hierro puede ocasionar deficiencias de cobre, lo cual causa diarreas continuas que no responden a tratamientos y el uso de antibióticos, y entonces podríamos pensar que hay una deficiencia de dicho elemento. Una forma de saber si el suelo tiene altas cantidades de hierro es su coloración rojiza”, explicó. Además, dijo que otro problema común es la falta de sodio en la sal que consume el ganado; “por economizar, muchos ganaderos, sobre todo en Jalisco, aplican sal de mar y ésta no tiene suficiente yodo, por lo cual hay que agregárselo; el suministro adecuado de sal en la dieta del animal mejora la producción de leche y el crecimiento. A quienes utilizan sal de mar, les conviene agregar yodo en cantidad pequeña, lo cual no sería costoso”, recomendó. Por otro lado, precisó que se debe tener cuidado con el uso de granos como maíz y sorgo, pues tienen mucha energía, pero son deficientes en calcio; “si utilizan una cantidad pequeña de suplemento, por ejemplo, un kilo para una vaca al día, no hay problema, pero si utilizan cantidades mayores sí se notará la deficiencia de calcio”, advirtió. Para finalizar, destacó la importancia de estos eventos académicos, en los que también participan ganaderos y público interesado, a quienes invitó a vincularse con las instituciones para que se asesoren respecto al ganado; “es un gran aporte para todos. Los congresos ayudan a resolver este tipo de problemas”, concluyó.
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